El modus operandi en el mundo del fútbol no atiende a la lógica racional y es ahí donde radica su grandeza. En esas variables interpretativas que hacen ponderar lo blanco y lo negro, al tiempo, sin mayor rigor argumental que el interés material o sentimental por defender unos fundamentos.
En el fútbol no hay causas perdidas, todo puede girar a favor o contra en el manejo de la endiablada ruleta que hace girar la FIFA.
Hará sobre un decenio, en la era de Guardiola y Mourinho como inquilinos de los dos banquillos más calientes del fútbol español, se produjeron unas declaraciones del catalán que el portugués filosofó a posteriori, con cínica oportunidad. En uno de esos tórridos “clásicos”, el técnico blaugrana se quejó del acierto milimétrico del linier que abortó el gol de Pedro al señalar un fuera de juego descubierto con la escuadra y el cartabón. Luego, un remate de cabeza de Cristiano Ronaldo no atajado por Pinto, significaría la pérdida de la Copa en favor de los blancos.
Mourinho recogió esas palabras y las reprochó, lamentándolas con significante teatralidad gestual y verbal. Decía no comprender a su colega por quejarse del acierto de un árbitro, simulando un proceder deportivo que es ajeno al personaje.
Nos viene a colación la anécdota para referirnos nuevamente al estado de opinión favorable que ha generado en el ámbito barcelonista la “dulce” derrota” en el “clásico” ante el Real Madrid en la esfera de la Supercopa de España exportada geográficamente a suelo árabe.
Recordamos de la época recordada, al actual capitán del Real Madrid, Marcelo afirmar: “Prefiero jugar mal y ganar”. Era una previa a un Barça- Madrid con la final de la Champions League en juego.
El Barça perdió en la Supercopa de Riad, consecuencia de la suma de errores propios y del acierto rematador madridista. Esa lectura obvia y sintetizada dio paso a un despliegue de considerandos para poner en valor las virtudes de un Barça en evolución favorable.
Con tanta reiteración a los brotes verdes, muchos comentaristas compraron a futuro creyendo estar en Wall Street, el distrito financiero del Lower Manhattan en Nueva York. La realidad, que no se desprende en las publicaciones, es que el FC Barcelona perdió y se acabó poniendo en valor una derrota y una eliminación. Festejar una derrota no es de recibo en un club del historial y prestigio mundial del FC Barcelona.
Momentáneamente, la derrota y la eliminación pasaron a un segundo término, pero que nadie se lleve a engaño, esa generosidad comprensiva irreconocible puede tener fecha de caducidad este jueves, donde el Barça se juega el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey en San Mamés.
Salvo el escenario, tiene el FC Barcelona todo a favor para vencer, pues jugará con un rival derrotado por el Real Madrid y con muchas energías extraviadas. Habrá tenido ocho días de preparación ininterrumpidos.
Ganar jugando mal puede seguir dando cuerda porque frena las urgencias. Si se produce otra derrota, el propio presidente Laporta ya no evaluará con tanta munificencia la bondad del juego, aunque así fuera.
En la era Xavi, el Barça solo ha ganado el 41% de los partidos, cinco de doce. Convendremos todos que el principio de las soluciones pasa por ganar y serán las victorias que anticipen el buen juego. O así piensa nuestra pluma.
N.B.
Moltes felicitats, Alèxia!
La capitana del FC Barcelona de futbol, Alèxia Putellas, ha resultado la flamante ganadora del The Best, que une el galardón al Balón de Oro, la Mejor Jugadora del año de la UEFA y el Globe Soccer.
@albertgilper
Albert Gil youtube