Este sábado juega el Barça frente al Villarreal en cómodo desplazamiento geográfico por proximidad, pero de alto compromiso deportivo. Ambos equipos han participado esta semana en la Champions League en sus sedes. Le fue menos mal al conjunto blaugrana que empató ante el Benfica que al “submarino amarillo” que perdió ante el United de Cristiano Ronaldo. La clasificación para los octavos de final de la competición está complicada para ambos; sin embargo, lo es en mayor grado para los catalanes.
Xavi espera que el equipo, tras el exigido triunfo en el derbi, alcance la segunda victoria consecutiva, para no despegarse de una liga, donde ya avista al líder Real Madrid en la lontananza (diez puntos). Será el primer desplazamiento del nuevo inquilino del banquillo, en pos del primer triunfo del equipo liguero fuera de su zona de confort. En sus salidas ligueras, ya acumula dos derrotas y tres empates deficitarios.
Para aprobar la asignatura del gol, Xavi insistirá en abrir el juego por las bandas para compensar las reducidas dimensiones del estadio “La Cerámica”, por lo que sigue su apuesta en la convocatoria de los jóvenes extremos del Barça B, Ilias y Abde, que se añaden a la opción de Demir para optar por un puesto de titular.
La noticia principal de la jornada del viernes fue el descubrimiento del viaje del director de fútbol Mateu Alemany y del CEO, Ramon Reverter a la ciudad de Manchester donde habitan bajo contrato laboral en los dos clubes mancunianos piezas de caza mayor. Tal es el caso de los Raheen Sterling, Bernardo Silva, Aymeric Laporte, Ferran Torres y algún otro tapado, oscuro objeto del deseo blaugrana.
El periodista catalán Gerard Romero focalizó en Ferran Torres (21 años) la razón del nuevo movimiento viajero del ejecutivo Alemany, que reitera desplazamiento a la ciudad industrial norteña del Reino Unido.
El futbolista valenciano tiene contrato en vigor hasta el año 2025. Es un “fijo” del seleccionador Luis Enrique y se lesionó, con fractura en el pie derecho, jugando con España la final frente a Francia de la Nations League de selecciones, lo que le privó de jugar los partidos ante Grecia y Suecia que clasificaron a España para el Mundial de Qatar-2022.
Su participación en la Premier League es intermitente, por la dura competencia existente en la plantilla del City que entrena Pep Guardiola. No obstante, es un valor consolidado que tiene una cotización económica de muy difícil alcance para la paupérrima economía blaugrana. Se especula que el City ha tasado al futbolista en 70 millones de euros.
Parece que puede haber ya un principio de acuerdo de dos de las tres partes. Futbolista y Barça convergen en la misma dirección e interés y, bajo ese condicionante, Pep Guardiola no pondrá puertas al campo, a expensas de la decisión de la entidad inglesa a la oferta recibida. La pretensión más favorable sería incorporar al futbolista en el mercado de invierno, bajo la fórmula de cesión con opción de compra obligatoria para el nuevo curso.
De llevarse a cabo esta operación, no se cierra la opción del rescate del catalán Dani Olmo, otro jugador importante para “la roja”, también muy motivado para su regreso culé. También el defensa valencianista Gayà está muy bien colocado en la lista de pretendidos por la dirección técnica del Barça. Si fructificase la gestión con estos tres internacionales españoles, el peso del FC Barcelona en el devenir de la España de Luis Enrique todavía iba a ser más acaparador.
Umtiti y Coutinho son jugadores prescindibles, pero se empecinan en cumplir su contrato. Varios más son transferibles y la compensación de la plantilla pasa por estas bajas que permitan la composición de una plantilla más homogénea y equilibrada. Con el reflorecimiento de La Masia, comienza a haber overbooking, que lastra el balance económico, además de perjudicar la gestión deportiva. Aligerar masa salarial es un asunto de primer orden. O así piensa nuestra pluma.
@albertgilper
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