El Athletic Club jugó con la ventaja del campo a favor, pero con el inconveniente de haber dispuesto de un descanso mucho menor, ya que había jugado la final de la Supercopa de España en Arabia, cuatro días después de que el Barça ya estuviera preparando este partido en sus instalaciones deportivas de Sant Joan Despí.
Otra vez a Xavi Hernández le falló la pizarra o, al menos, su diseño no se correspondió con las apreciaciones observadas en el terreno de juego. El Barça que saltó a la tupida hierba de San Mamés con muy poca intensidad fue superado ampliamente y antes de que concluyera el segundo minuto ya se había perforado la red de la portería de Ter Stegen.
El primer gol fue un error en la salida de balón de Alba, que después es superado en velocidad por Nico Williams, cuyo centro al segundo palo lo recogió Muniain, no cerró bien Alves y disparó con elogiable rosca y el balón cobró un destino fatal fuera del alcance del cancerbero alemán.
Los duelos individuales fueron ganados por los bilbaínos, pero en el ecuador del primer tiempo, en una de las escasas jugadas reposadas de los blaugranas, una combinación sostenida de Ferran, Alba y Busquets, como último asistente, la finalizó el valenciano con otra delicada rosca al palo largo para firmar su primer gol con la camiseta culé.
El resultado de igualada a uno no recogía los mayores méritos de los locales que habían rematado ocho veces por una sola del Barça que era incapaz de acreditar tres pases.
Rectificó Xavi y modificó el dibujo con la presencia de Nico González, sacrificando a Abde. Sin embargo, en el tramo final la reciedumbre vasca cobró merecido premio con el gol de Íñigo Martínez, que estuvo bajo palos más presto que Piqué, para empujar el balón a la red.
Ya en el tiempo de prolongación, Pedri cazó un balón tocado de chilena por Alves y remató de primeras a la red para establecer la segunda igualada que llevaría el encuentro a la prórroga.
Un penalti discutido y discutible por mano de Alba y transformado por Muniain decidieron los octavos de final en favor del Athletic Club y deja prematuramente eliminado al FC Barcelona, cuyo último antecedente de pérdida en octavos data del año 2010.
En San Mamés, pocos futbolistas se salvaron de la quema. Entre ellos, Pedri, el mejor blaugrana, Ter Stegen y Piqué.
En la época de Xavi se han disputado catorce partidos, uno de ellos amistoso, y solo se contabilizan cinco victorias. Un bagaje desolador. Eliminados y con una nueva lesión muscular de Ansu Fati. O así piensa nuestra pluma.
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