Los futbolistas del Barça parece que se han desperezado y de la mano firme de Koeman, que ha asumido una dosis de racionalidad, están recuperando el tono y el prestigio.
El calendario del Barça ofrece un enero reiteradamente viajero y los blaugranas lo están gestionando sumando los partidos por victorias. Bilbao, Huesca y Granada son las estaciones donde se ha hecho pleno y se suma la del anterior billete a Valladolid con igual éxito, para firmar cuatro triunfos consecutivos lejos del Camp Nou.
Nos hemos referido estos días a la sabia variación tácticas de Koeman, regresando a los orígenes cruyffistas, más fidelizado al clásico 4-3-3 y donde el mismo grueso de jugadores repite roles. Con relación a la última presencia, hubo solo dos cambios, obligados por las bajas de los centrales Lenglet y Araújo, por sanción y lesión en el precalentamiento, respectivamente.
Koeman tuvo que jugar con los centrales número cuatro y cinco del escalafón y, con un equipo ordenado y ensamblado, el problema quedó minimizado por las buenas prestaciones del canterano Mingueza y de Umtiti, cuya fecha de la última titularidad se perdió en los tiempos.
El fútbol es caprichoso por la cantidad de variables que influyen en el juego y en el resultado. Y en el Nuevo Los Cármenes se volvió a dar fe de ello. Principió el partido bajo la tónica ancestral de un Barça poco puesto en el partido y que concede la primera oportunidad. Fue en un error De Jong, cuyo pase corto desde el eje a Busquets lo gana Soldado en un rebote y permite un tiro potente de Puertas al que puso colofón un certero Ter Stegen.
Tras el preceptivo susto inicial, los blaugranas conectaron con el balón y Pedri en el minuto diez firma una excelente jugada individual que acaba en saque de esquina. Es preludio del primer gol, dos minutos más tarde, obra de Griezmann que se beneficia de un despeje fallido del gladiador Soldado y da validez a la posición adelantada del francés.
Al cuarto de hora, un diabólico disparo de Dembélé pone el susto en el cuerpo al guardameta Rui Silva, al que beneficia el efecto del balón que modifica la buena dirección.
El Barça cayó en unos minutos de abulia hasta que Griezmann combinó con Messi y con la pelota cosida al pie el argentino se procuró ángulo para su disparo enroscado, marca de la casa, que besó la red. También hubo polémica por un control en el inicio en que el balón toca el brazo de Busquets.
Aún hubo tiempo para un tercer gol que apagaba la poca luz local. Dembélé coloca un balón y Pedri gana la posición y es desplazado por Eteki. De Burgos Bengoetxea ve la acción y sanciona falta en los albores del área. Tras 68 intentos desde julio pasado, Leo Messi, recuperado su estado de gracia, marca de golpe franco directo con un disparo raso ajustado al palo que supera la barrera por el lateral derecho.
Si frente al Huesca se había realizado una excelente primera mitad con la mínima recompensa de un gol, ante el Granada la efectividad fue del ciento por ciento. Tres disparos a puerta, tres goles en cuarenta y cinco minutos.
Con los deberes hechos, en la segunda parte los blaugranas elaboraron un juego más pausado, con transiciones largas y con absoluto control del juego. Dio tiempo a un cuarto gol para gloria de su autor Griezmann, que controla con la pierna izquierda en gran gesto técnico un balón enviado de cuchara por Dembélé, para volear con la derecha en un remate cruzado con escaso ángulo.
A Messi, De Jong y Dembélé se les dispensó de minutos pensando en el compromiso del próximo miércoles en Córdoba ante la Real Sociedad en el marco de las semifinales de la Supercopa de España. Koeman tenía motivos para estar satisfecho. Trincao, Braithwaite y Pjanic tuvieron minutos para subirse al proyecto colectivo. También Riqui Puig, en una encomiable actitud del técnico holandés que demuestra su generosidad.
En la expedición había un chico aún de 17 años, Ilaix Moriba, un futbolista del que se habla maravillas, de gran técnica y un portento físico y del que tendremos ocasión de escribir. Para preservar los galones y el estatus del vestuario no jugó. Esperemos que lo haga próximamente en la eliminatoria de Copa del Rey frente al Cornellà.
El FC Barcelona ya es tercero, ve en la distancia al Atlético (cuatro puntos y tres partidos menos jugados), pero queda solo a una victoria con el Real Madrid, que, como le pasara en Elx/Elche volvió a pinchar. Esta vez, en Iruña/ Pamplona que, ante un necesitado Osasuna, no pasó del empate a nada.
La expedición del Real Madrid encajó mal el traspiés y busca excusas en las derivadas de un viaje complicado por la nieve. Lo cierto es que alguien deberá explicar cómo es posible que el único avión que despegara de Barajas la noche del viernes fuese, precisamente, el de la expedición blanca. O así piensa nuestra pluma.
@albertgilper
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Granada CF 0 FC Barcelona 4, protagonistas y goles
Granada CF: Rui Silva; Foulquier, Duarte, Germán, Carlos Neva (Vallejo, m,46); Yan Eteki, Montoro (Luis Milla, m.46), Yangel Herrera (Alberto Soro, m.67); Antonio Puertas, Machís (Kenedy, m.64) y Soldado (Luis Suárez, m.46).
FC Barcelona: Ter Stegen; Dest (Junior, m.81), Umtiti, Mingueza, Jordi Alba; De Jong (Pjanic, m.65), Sergio Busquets, Pedri (Trincao, m.73); Dembélé (Riqui Puig, m.73), Messi (Braithwaite, m.65) y Griezmann.
Goles: 0-1, M.12: Griezmann. 0-2, M.35: Messi. 0-3, M.42: Messi. 0-4, M.63: Griezmann.
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (Comité. Vasco). Expulsó con roja directa al local Vallejo (m.78) por cortar una ocasión manifiesta de gol y al entrenador de porteros del Barcelona, José Ramón de la Fuente (m.17) por protestar. Mostró cartulina amarilla a los locales Soldado (m.44) y Luis Suárez (m.73) y a los visitantes Mingueza (m.48), Sergio Busquets (m.82) y Jordi Alba (m.86).